Cuántas vidas perdidas en ti,
Arrastradas a la desesperación
Por tu veleidoso humor de ser
Cristal sosegado a las dos,
Tormentoso carbón a las diez.
¿Será porque el sol, cada poniente,
Te soba dejando su oro en ti,
Que puedes hacer que hombres crucen
Pueblos, ciudades, países
Para contemplarte danzar ágil?
Y es tu cian, azur e índigo
Seductor espejismo de serenidad.
Qué peligrosas esas curvas insistentes,
Ese murmullo y pintoresca suavidad.
Hundir los ojos en tu cuerpo y escucharte hablar
Es ver la desgracia y pensar “¡Es hermosa!”,
Es oir un grito ahogador y creerlo arruyo nocturnal.
Tal vez pensando esto, los marineros,
te llamaron La Mar.
jueves, 7 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Bienvendia chica del arete rosa. Estaremos atentos. Sol
ResponderEliminaresta muy chevere el poema, y tenemos que ponernos pials con el cuento ojala mas personas mande su direccion de blog, a y pon un aplicativo para seguir tu blog
ResponderEliminarCómo hago para unirme a tu blog, Elsa?
ResponderEliminar