domingo, 23 de agosto de 2009

Chuchaqui

Miro el espejo: no hay nada. La ropa por el piso, el sostén bajo la cama. Café cargado, radio que grita, dos aspirinas. Me peino y salgo de la habitación: lo que pasó ayer continuará siendo un misterio. Lo único que sé es que mi vestido está manchado y que, al lado de mi sostén, algo olía a perro muerto.

4 comentarios:

  1. la verdad me gusta mucho el microcuento es simple y ha la vez te deja con el misterio de lo que acontecio la noche anterior

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  2. Me pasó el sábado, pero yo sí tenía ropa. No volveré a mezclar cerveza con vodka y tekila a menos que esté en mi casa. Por otro lado defines muy bien lo que es una laguna mental x alcohol y la posterior actitud quechuchista del que la padece. Bravo!

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  3. para que mayor despalabrar cuando existe la simplicidad :)

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